El objetivo es el contenido del interior de los vehículos, pero hay varias formas de evitarlo. robo con bloqueadores. Hay un gesto que puede marcar la diferencia: comprobar que todas las puertas del vehículo están correctamente cerradas.
Este pequeño control es fundamental para evitar que los delincuentes se lleven lo que hay en el interior del vehículo: no es el único ejercicio preventivo para frenar la nueva forma en que los ladrones roban coches.
Los Mossos d'Esquadra han detenido a dos hombres como sospechosos de cinco robos de vehículos utilizando inhibidores de frecuencia. El lugar elegido fue el aparcamiento de un centro comercial.
Los sospechosos identificaron un automóvil que les interesaba y, utilizando el dispositivo, impidieron que el propietario del vehículo lo cerrara. Luego, uno de ellos robó los objetos que había dentro del auto, mientras que el otro siguió al conductor para asegurarse de que no fueran descubiertos.
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Robo con bloqueadores: cómo funciona
Los detenidos formaban parte de un grupo especializado en el robo de vehículos estacionados en centros comerciales y supermercados. El “modus operandi” se repetía en cada una de sus acciones y, en su epicentro, siempre había un inhibidor de frecuencia.
Suelen camuflarse en elementos de mobiliario urbano situados próximos a lugares donde habitualmente se estacionan los vehículos. A veces los dejan activados, a veces una persona los activa en el acto.
El bloqueo de frecuencia evita que las puertas del vehículo se bloqueen cuando el conductor activa el sistema de cierre centralizado. Sin saberlo, el coche permanece abierto, sin barrera para los delincuentes, que pueden robar los objetos de su interior.
¿Cómo prevenir el robo de coches?
Sin embargo, las autoridades han brindado varios consejos sobre cómo prevenir el robo de automóviles con bloqueadores. El primero de ellos es comprobar que las puertas quedan correctamente bloqueadas tras activar el sistema de cierre centralizado.
Añaden que, por breve que sea la parada, no se debe dejar el vehículo desbloqueado o con las llaves en el contacto. Lo mismo se aplica a las ventanas: deben estar completamente abiertas, ya que la abertura más pequeña puede convertirse en un punto de acceso para los delincuentes.
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