Este concepto explora un tipo de cuerpo que aún no ha sido objetivo de la movilidad eléctrica, el Estrella Polar 1:1 Coche deportivo monoplaza para una deportividad absoluta.
En primer lugar, la ligereza y las máximas prestaciones propiciaron el nacimiento del deportivo de carreras, un vehículo despojado de todo lo innecesario y sin función. El belga Jeroen Claus, fundador del estudio creativo VoyagerCo. es un diseñador industrial apasionado por el transporte que ha trabajado en todo, desde barcos hasta motos y, por supuesto, coches. Es el responsable del Polestar 1:1, esta original y llamativa propuesta que presentó al concurso anual de diseño Polestar, que cubre diferentes aspectos de la movilidad del futuro, no solo de los vehículos. Jeroen dice: "Hoy en día exigimos cada vez más rendimiento y más posibilidades en todo, desde la electrónica hasta la moda y los objetos cotidianos".
Estrella Polar 1:1
La idea central detrás de la creación del Polestar 1:1 es la importancia de la relación potencia-peso que existe en cualquier automóvil. Y especialmente en un coche de carreras, como factor clave de rendimiento. Un kilogramo/un kilovatio, que es el eje sobre el que Jeroen creó la Polestar 1:1. Sin embargo, el concepto se construiría con fibra de lino reforzada. Lo que le confiere una extraordinaria resistencia y un peso muy ligero, sin olvidar la sostenibilidad, al tratarse de un material de base biológica.
La carrocería está formada por un conjunto de elementos flexibles cuidadosamente controlados por la electrónica del vehículo que dirigen eficazmente las corrientes de aire. Cada rueda recibe la cantidad adecuada de potencia para aprovechar al máximo esta excelente relación potencia-peso de 1:1. El color blanco metalizado es otra característica que identifica a la vez simplicidad y alto rendimiento.
Una experiencia inmersiva
Para su diseñador, el Polestar 1:1 es una combinación perfecta de sensaciones físicas y digitales. Disponer de un único asiento ofrece al conductor la posibilidad de concentrarse exclusivamente en la conducción de este coche eléctrico de altas prestaciones, en el que todos los sentidos del único ocupante se activan al máximo, estimulados por las sensaciones que le llegan. La experiencia digital incluye un gran panel de instrumentos de pantalla panorámica complementado por un casco. Con un HUD que proyecta diversa información de conducción.
Por tanto, el Polestar 1:1 podría ser la base de un futuro vehículo autónomo. Muchas otras variantes de carrocería con el mismo concepto de ligereza, sostenibilidad y prestaciones. Su identidad visual como auténtica estrella polar queda clara en cada elemento. El enfoque de neutralidad de carbono durante todo el proceso de creación de este barco futurista lo hace aún más atractivo.
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