Se ha publicado un nuevo informe internacional que describe los principales cambios que, según los autores, son necesarios para lograr cero emisiones de CO2 en los automóviles. El informe lo publican Polestar y Rivian y lo compila el consultor de gestión Kearney utilizando datos públicos. Veamos las contribuciones de la industria del automóvil.
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El informe analiza lo que se necesitará para que los automóviles desempeñen su papel proporcional en la reducción de las emisiones de CO2 lo suficiente como para que el mundo no supere los 1,5 grados de calentamiento. Ese es el cambio de temperatura firmado en un tratado internacional en París en 2015, un umbral que las partes acordaron que sería una puerta de entrada a un caos climático generalizado.
La industria del automóvil representa una gran parte de las emisiones
Este tratado supone que, para evitar superar el objetivo de 1,5 grados, el mundo dispone de un 'presupuesto' de 500 gigatoneladas de CO2 equivalente a emitir antes de 2050. Los coches son responsables del 15 por ciento del CO2 global en estos momentos, por lo que su presupuesto restante es de 15% de esos 500 Gt, o 80 Gt.
En estos momentos los coches emiten alrededor de 5,5 Gt al año, por lo que vamos camino de agotar todo el presupuesto de aquí a 2035, a menos que hagamos grandes cambios. Siguiendo esta misma trayectoria, para 2050 los automóviles habrían emitido casi 75% por encima de su presupuesto de carbono.
¿Es suficiente un cambio total a los coches eléctricos?
Por supuesto, no basta con lograr cero emisiones de escape mediante un cambio total a los coches eléctricos. El informe concluye que también tendría que haber una descarbonización completa de la red eléctrica que alimenta los automóviles. Actualmente, la electricidad mundial está libre de combustibles fósiles en aproximadamente 40%.
Pero ni siquiera esto es suficiente para evitar superar el presupuesto de 11 Gt antes de 2050.
También sería necesario tirar de una tercera palanca. El informe dice que para mantenernos dentro del presupuesto necesitamos llegar a la fabricación del automóvil, incluida la extracción de las materias primas, que tiene emisiones netas de carbono cero. Esto se lograría ampliando los procesos de hierro y aluminio libres de fósiles junto con la minería electrificada verde. Sobre todo, ayudaría un mayor reciclaje.
La industria automotriz tiene un largo camino por recorrer
La fabricación de baterías significa que actualmente los vehículos eléctricos consumen un poco más de carbono que los automóviles de combustión, aunque lo compensan después de dos o tres años de conducción. El informe espera que las baterías se hagan más pequeñas a medida que mejore la infraestructura de carga. Esto también haría que los vehículos eléctricos sean más baratos en comparación con los coches de combustión.
Es evidente que todo esto es un desafío colosal. Pero es muy difícil argumentar que la industria automotriz puede evitar hacer su parte.