La NASA siempre tiene su visión centrada en el espacio exterior, pero hay ocasiones en las que sus tecnologías pueden ser para la Tierra. De hecho, algunos de ellos se pueden aplicar a aspectos tan pequeños como Carga más rápida en coches eléctricos., que parece convertirse en la norma en los próximos años. Hay quejas generalizadas sobre la infraestructura de carga y el escaso número de puntos de carga públicos, pero también se dice que los tiempos de carga siguen siendo largos. Esto se podría hacer con un interesante sistema centrado en la refrigeración.
En el espacio es fundamental mantener la temperatura ideal de cada dispositivo para que todo funcione a la perfección. Por ello, la NASA siempre ha trabajado en diversas tecnologías de control térmico y una de ellas es perfectamente aplicable al mundo de los motores. Se llama Experimento de condensación y ebullición de flujo (FBCE), que se traduce como "experimento de condensación y ebullición de flujo" y lo utilizan los astronautas para experimentar en situaciones de microgravedad en la Estación Espacial Internacional.
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Carga más rápida en coches eléctricos
¿Qué tiene esto que ver con la carga de un coche eléctrico? Tras un año de pruebas en el espacio, descubrieron que podían instalar este sistema en los sistemas de carga de los coches para mejorar su eficiencia térmica. Cuando la corriente eléctrica pasa a través de cualquier conductor, genera calor, que aumenta cuanto mayor es la corriente. Los cables para cargadores rápidos son más gruesos y pesados precisamente por eso, por la necesidad de controlar su temperatura para que no alcance ciertos límites.
Para obtener una carga completa en cinco minutos, y no en media hora como ahora se contempla en el mejor de los casos, se necesitaría una corriente de 1.400 amperios, casi tres veces la corriente de los cargadores actuales. Esto generaría mucho calor y se necesitaría un mejor método de control de temperatura. Aquí es donde entra en juego el “zumbido de flujo” en el que la NASA ha estado trabajando. Se bombea un refrigerante líquido dieléctrico (no conductor de electricidad) a través del cable de carga, donde captura el calor generado por el conductor de corriente.
Las primeras pruebas les permitieron entregar hasta 4,6 veces la corriente de los cargadores de vehículos eléctricos más rápidos disponibles en el mercado hoy en día, eliminando hasta 24,22 kW de calor. De hecho, el cable de carga de Purdue podría entregar hasta 2400 amperios. Así, mucho más que los 1.400 amperios que comentábamos para conseguir esa preciada carga en cinco minutos… En total, una mejora que podría ser realmente interesante y que podría marcar un punto de inflexión en el coche eléctrico.
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